jueves, 11 de febrero de 2010

La maldición del vampiro en los bebes.


Las creencias populares siguen hoy en día muy arraigadas en ciertos pueblos o países. Tanto en la antigüedad como en pleno siglo XXI algunas personas siguen convecinas de que si un bebé cuando nace tiene sobre su cabeza restos de amnios (Saco cerrado que envuelve y protege el embrión de los reptiles, aves y mamíferos, y que se forma como membrana extraembrionaria, llena de un líquido acuoso) la fortuna le sonreirá a lo largo de su vida. Pero dicha creencia va más allá de la fortuna. Algunas culturas creen que el hecho de nacer con restos de amnios otorga al bebé nacido un sexto sentido. También creían que el bebé nacido con amnios sobre la cabeza estaba protegido de morir ahogado.


Sin embargo para otros, el hecho de que un bebé naciera con restos de amnios de color rojizo sobre la cabeza significaba que era el portador de “La maldición del vampiro” y que cuando muriese resurgiría de entre los muertos para alimentarse de los vivos. La única forma de proteger al bebé de su maldición era a través de un sencillo ritual.


Tras el nacimiento del niño, debían quemar de forma casi inmediata el amnios del niño o bien dejarlo secar. Una vez hecho esto se alimentaba al bebé con los restos del amnios.


Cuando muriese, su cuerpo sería enterrado siguiendo un ritual que le impediría volver a la vida de entre los muertos.


Escrito:

Akasha Valentine: http://www.akashavalentine.com/akasha/

Fuentes:

"El libro de los vampiros. Guía para exterminadores" y R.A.E

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